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    La Cup Luneale

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  • Parler des règles à son ado : le guide clair, bienveillant et pratique - Luneale - header

    Cómo hablar con tu adolescente sobre las normas: una guía clara, amable y práctica

  • La primera menstruación es un momento de transición. Como padre o madre, puedes ayudar a tu hija adolescente a ganar independencia, comprender su cuerpo y vivir la menstruación con mayor tranquilidad y sin tabúes.

    1. Cuándo y cómo iniciar el debate

    Se puede empezar a hablar de la menstruación utilizando un lenguaje apropiado para la edad incluso antes de que comience la pubertad, porque si bien la edad promedio de la primera menstruación de una niña está entre los 11 y los 16 años, algunas niñas* pueden experimentarla tan pronto como a los 7 u 8 años. Por lo tanto, es útil establecer un clima de confianza desde la infancia en el que no se eviten las preguntas sobre el cuerpo.

    No se trata de una presentación elaborada, sino de una serie de conversaciones breves, naturales y progresivas. Puedes usar un capítulo de tu clase de biología, un anuncio de productos de higiene femenina o una pregunta de tu hijo/a como punto de partida. La idea es no abarcar demasiado de golpe, sino hacer que el tema sea accesible y tranquilizador.

    Frases que ayudan

    • Tu cuerpo irá cambiando poco a poco, y eso es perfectamente normal. Si quieres hablar de ello, aquí estoy.
    • "La menstruación es simplemente el funcionamiento del cuerpo: no es ni sucia ni vergonzosa."
    • "Algunas personas experimentan dolor de estómago o fatiga durante la menstruación, otras no: cada persona es diferente."
    • "Siempre tendrás derecho a decir lo que sientes y a elegir lo que te convenga."

    Lo importante es sentar las bases para un diálogo donde se reconozcan plenamente las emociones: curiosidad, vergüenza, sorpresa o incluso disgusto. Aceptarlas sin juzgarlas transmite la idea de que estos sentimientos son legítimos y que no existe una reacción «correcta» o «incorrecta». Este marco de apoyo facilitará todas las conversaciones futuras.

    2- Qué debe explicarse claramente (sin sobrecargar de información)

    Cuando llegue el momento de hablar de la menstruación con más detalle, lo importante es decir lo justo para tranquilizarla, sin intentar explicárselo todo de golpe. Tu adolescente no necesita una lección completa de anatomía: lo que más recordará es tu tono y tu disposición a escucharla.

    Explique los conceptos básicos de forma sencilla, haciendo hincapié en que cada cuerpo tiene su propio ritmo y que no existe una única "normalidad". Algunas personas tienen ciclos muy regulares, otras no; algunas experimentan dolor, otras no; todo ello forma parte de la diversidad de la vida.

    • El ciclo : funciona por fases, bajo la influencia de las hormonas, y su duración varía de persona a persona. No es un problema si no es perfectamente regular al principio.
    • Sangrado : su aspecto puede variar de un día para otro (color, textura, presencia de pequeños coágulos). En la mayoría de los casos, es normal; solo hay que saber reconocer los signos que requieren atención médica (dolor muy intenso, sangrado abundante, fiebre...).
    • Higiene : solo requiere unos sencillos pasos. Lávate las manos antes y después, cambia tu protección sanitaria con regularidad y evita jabones fuertes o perfumados. No es necesario limpiar en exceso: el cuerpo sabe perfectamente cómo equilibrarse.

    Estos conceptos básicos, explicados sin dramatizar, le dan a su hijo las claves para comprender lo que sucede en su cuerpo y, sobre todo, para no tenerle miedo.

    Aquí tienes algunos recursos que pueden ayudarte a obtener la información correcta:

    3. Cómo elegir su protección: criterios sencillos y concretos

    Lo importante es informar a tu adolescente sobre las opciones disponibles y ofrecerle la oportunidad de probar las protecciones deseadas a su propio ritmo.

    Algunos aspectos a considerar:

    • En cuanto a la practicidad : en la escuela, opta por una solución fácil de cambiar (ropa interior menstrual, compresa). La copa o el disco menstrual se pueden introducir más adelante si la adolescente está de acuerdo y cuenta con apoyo.
    • Comodidad : tamaño/forma adecuados, sin irritación.
    • Fiabilidad : flujo ligero/pesado, actividad física.
    • Sostenibilidad : soluciones reutilizables = menos residuos y mayor autonomía.

    Los productos Luneale son adecuados según la situación: Braguitas menstruales (comodidad y practicidad), Copas menstruales (autonomía y fiabilidad). La elección depende de las preferencias personales y del contexto.

    4- Controlar las molestias (dolor, digestión, fatiga)

    La llegada de la menstruación a veces puede ser sorprendente: algunas chicas casi no experimentan síntomas, mientras que otras sienten cólicos, una sensación de tirón en la parte baja de la espalda, cansancio o molestias digestivas leves . Estos síntomas son muy comunes y generalmente inofensivos. Tu objetivo no es aliviar todas las molestias de tu adolescente, sino enseñarle a reconocer lo que siente y a encontrar maneras de aliviarlo.

    Puedes recordarle que es normal necesitar bajar el ritmo un día o dos, o, por el contrario, moverse más para sentirse mejor. Lo importante es escuchar a su cuerpo sin sentirse culpable. Estos sencillos consejos pueden ayudar:

    • Anticípese : planifique el descanso, manténgase bien hidratado, utilice una bolsa de agua caliente en la parte baja del abdomen o realice algunos estiramientos suaves.
    • Relájate : practica ejercicios de respiración o movimientos inspirados en el yoga , que favorecen la relajación muscular y la circulación.
    • Explora : algunas soluciones naturales pueden ayudar a aliviar el dolor (infusiones, calor, dieta suave), siempre que consultes previamente con un profesional de la salud.

    5- Vida cotidiana: deportes, clases, salidas, noche

    La menstruación nunca debería impedir que lleves una vida normal. Sin embargo, para muchas adolescentes, las primeras menstruaciones vienen acompañadas de incertidumbre: miedo a las pérdidas, vergüenza al cambiarse en el colegio, ansiedad al practicar deportes. Como padre o madre, puedes ayudarla a encontrar las soluciones que mejor se adapten a su estilo de vida y hacerle entender que no hay nada que ocultar ni que temer.

    • Ejercicio : Mantenerse activa durante la menstruación no solo es posible, sino que a menudo es beneficioso. La actividad física ayuda a aliviar los cólicos y a relajar el cuerpo. Si tu hija adolescente se preocupa por las fugas, una protección confiable como las bragas menstruales o la copa menstrual puede brindarle tranquilidad y libertad de movimiento. Llevar un par de repuesto en su bolso también la ayuda a sentirse más segura.
    • Para el colegio y las salidas : un pequeño kit de "tranquilidad" marca la diferencia. Puede incluir una compresa de repuesto, una bolsita discreta para guardarla, pañuelos de papel o toallitas húmedas y, si es necesario, un analgésico recetado. Lo importante es que tu adolescente se sienta preparada para gestionar su menstruación sin estrés, incluso fuera de casa.
    • Para dormir plácidamente : Para una noche de sueño reparador, la protección duradera y cómoda como La Culotte es ideal. Algunas mujeres prefieren la protección interna si ya se sienten cómodas con ella; otras se sentirán más a gusto con una solución externa. Déjala elegir y probar: la comodidad es lo primero.

    Cuantas más opciones haya probado tu hijo con antelación, menos se desestabilizará ante imprevistos. El objetivo no es la perfección, sino la confianza: saber que siempre hay una solución.

    6. Fomentar la confianza y la autonomía

    La primera menstruación es mucho más que un hito fisiológico: es un momento fundamental en la relación de la niña con su cuerpo. Tu papel no es controlarlo todo por ella, sino darle las herramientas para que confíe en sí misma y comprenda que su cuerpo no es motivo de vergüenza ni de debilidad. Esta autonomía se construye poco a poco, a través del diálogo, la experiencia y el respeto por sus sentimientos.

    • Valida sus emociones : Es normal que tu adolescente sienta curiosidad, orgullo, vergüenza o incluso enfado por turnos. Reconoce estas reacciones sin minimizarlas. Un simple "Te entiendo" o "Tienes derecho a sentirte así" suele ser suficiente para tranquilizarlo.
    • Anímala a experimentar : sugiérele que pruebe diferentes productos menstruales (bragas menstruales, compresas, una copa menstrual cuando se sienta preparada) para que descubra qué le funciona mejor. Permítele participar en las decisiones: es una forma concreta de conocerse a sí misma y a su cuerpo.
    • Normalizar el acceso a la atención médica : recordar a las personas que consultar a un profesional de la salud ante dudas, dolor intenso o síntomas inusuales es una medida saludable, no una señal de alarma. Cuanto antes se adquiera este hábito, más natural resultará en el futuro.

    Este período es una excelente oportunidad para fortalecer la confianza mutua: la tuya, al aceptar que tu hijo está creciendo; y la suya, al sentirse capaz de manejar su cuerpo con calma y discernimiento.

    Conclusión

    La mejor manera de abordarlo es mediante una conversación abierta, gradual y sin prejuicios. Ofrecer pautas sencillas, opciones y escuchar activamente es lo que genera confianza. Y si es necesario, podemos recurrir a recursos confiables, como el blog de Cuplife.

    Nota: Este artículo está escrito en femenino por razones de legibilidad; sin embargo, somos conscientes de que las reglas también pueden aplicarse a personas trans y no binarias.