Usar la copa menstrual cambia la vida. La promesa es simple: cero fugas y cero sensaciones, además de todos los demás beneficios para la salud y el medio ambiente.
Pero para que sea eficaz y totalmente cómoda, hay algunos trucos que debes conocer para colocarla correctamente. Requiere un poco de práctica, pero una vez que le coges el truco, más de 9 de cada 10 mujeres dejan de usar productos menstruales desechables.
Encuentra el lugar ideal para tu copa menstrual.
La altura a la que debe usarse la copa menstrual varía de persona a persona dependiendo de la anatomía, el tono perineal y los movimientos.
En realidad, la posición más común es que la base de la copa menstrual repose sobre un triángulo formado por la parte frontal del hueso púbico y los lados de los músculos del suelo pélvico. Esta posición es bastante baja, aproximadamente a un dedo de la abertura vaginal, y mucho más baja que la de un tampón , que suele estar en contacto con el cuello uterino.
Con una copa menstrual con tallo, esto puede causar problemas:
- Si se apoya en este soporte triangular, el tallo suele salirse al sentarse o al realizar ciertos movimientos. Por eso, la mayoría de las usuarias lo cortan, creando un borde afilado que puede resultar incómodo (sobre todo en el caso de una episiotomía).
- Muchas mujeres se colocan la copa menstrual más arriba para evitar que les moleste el tallo, pero esto puede provocar fugas si se coloca después del cuello uterino o en el fórnix (el diagrama está a continuación).
Esta es una de las razones por las que la copa Luneale es mucho más cómoda, ya que el tallo se reemplaza por la MoonPad: puede descansar en su lugar "natural" sin riesgo de lesiones o molestias.
Pero también puede subir más, ya que cada persona es diferente. En cualquier caso, dado que la vagina tiene entre 8 y 10 cm de altura, la copa quedará, por lo tanto, a un máximo de 5 cm de la abertura vaginal. Si se ha subido, no te preocupes: simplemente presiona un poco con los músculos del suelo pélvico y bajará para que vuelva a ser accesible.
En resumen, la altura ideal para llevar una prenda es aquella en la que te olvidas por completo de que la llevas puesta.
